Lava bien los calabacines. Dependiendo del tamaño, córtalos directamente en rodajas o pártelos por la mitad a lo largo, y luego córtalos en rodajas. Pela los dientes de ajo y pícalos finamente.
Calienta suficiente aceite en una sartén grande. Fríe los ñoquis a fuego medio durante 6-8 minutos, hasta que estén dorados por todos lados. Luego, resérvalos.
A continuación, fríe las rodajas de calabacín durante unos 5 minutos, hasta que estén ligeramente doradas y al dente. Agrega los dados de ajo y fríelos durante 2 minutos.
Agrega el caldo de verduras y añade el queso fresco y la crema de leche. Deja que hierva y luego cocina a fuego lento hasta que la salsa esté cremosa.
Mientras tanto, lava el limón y ralla un poco de su cáscara.
Vuelve a poner los ñoquis en la sartén y mezcla todo bien. Sazona con sal, pimienta, tomillo y la ralladura de limón.