Precalienta el horno a 175 °C (calor arriba/abajo). Engrasa un molde para pastel y enharínalo ligeramente.
Ralla finamente el calabacín, ponlo en un paño de cocina y exprime el líquido. Lava la lima, ralla la cáscara y exprime el jugo. Reserva ambos.
Bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Raspa la vaina de vainilla y agrégala junto con la pizca de sal.
Incorpora los huevos uno por uno. Luego agrega el yogur, la ralladura de lima y 2-3 cucharadas de jugo de lima.
Mezcla la harina de almendras con el polvo para hornear. Incorpora la mezcla con los ingredientes húmedos hasta formar una masa. Finalmente, agrega el calabacín rallado.
Vierte la masa en el molde para pastel preparado y hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 50-60 minutos. ¡No olvides la prueba del palillo! Retira el pastel del horno y déjalo enfriar por completo.
Mientras tanto, para el glaseado de queso crema, ralla un poco de la cáscara de la lima y exprime aproximadamente 1 cucharada de su jugo.
Bate el queso crema con el azúcar glas hasta que esté cremoso. Agrega el jugo de lima y la ralladura de lima.
Bate la crema hasta que esté firme y agrégala cuidadosamente a la mezcla de queso crema, hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
Extiende el glaseado uniformemente sobre el pastel frío.